Al acumular más de lo que necesitamos y al tener viviendas cada vez más pequeñas, tenemos todos los ingredientes para que nos resulte tan difícil mantener el orden. Las cosas deben estar en su lugar apropiado y en su justa medida. Lagom es una palabra de origen sueco (nórdico) que significa 'tanto o tan bueno como debería ser'. Al poner orden en nuestras pertenencias, ponemos orden también en nuestro corazón. Guardamos en el presente objetos del pasado para su posible uso en el futuro.

Metodología

En mi metodología de trabajo el proceso es tan importante como el resultado

1. Hablamos

Cuéntame en qué puedo ayudarte.

2. Nos conocemos

A través de una visita de valoración te conoceré tanto a ti como el espacio a mejorar. Haré una estimación del tiempo necesario para poner el espacio a punto y teniendo en cuenta tus necesidades te presentaré un plan de acción.

En el caso de que lo vea necesario, te haré recomendaciones para optimizar el espacio proponiéndote algún producto de almacenaje u organizadores.

Una vez que nos pongamos de acuerdo con el plan, pondremos fecha para la sesión de trabajo.

3. Trabajamos

Nos ponemos manos a la obra el día y hora acordados para organizar y ordenar la estancia según lo acordado.

En la primera fase trabajaremos juntes. Una vez que hayamos vaciado el espacio, haremos el descarte ayudándote a identificar lo necesario de lo no necesario, y clasificaremos tus pertenencias por categorías.

Yo me encargaré de tirar lo que no sirva y de donar lo que esté en buen estado. 

En la segunda fase, que sería reubicar tus pertenencias, puedo encargarme yo sola de hacer todo el trabajo si así lo prefieres.

Al acabar, te daré unos consejos para que te ayuden a mantener el orden en el día a día. 

4. Valoramos

Unas semanas después, me pondré en contacto contigo para comprobar que el sistema funciona o ajustarlo en caso necesario.

Decidirás si quieres contar con un servicio de mantenimiento en el futuro.